Una temporada accidentada dejó al Real Madrid fuera de la pelea por LaLiga, la Champions League y la Copa del Rey pese al fichaje de Mbappé.
El 15 de febrero, en Pamplona, un solitario gol de Kylian Mbappé salvó un empate en El Sadar ante el Osasuna. Una roja directa a Jude Bellingham provocó que los merengues pasaran más de 50 minutos con un jugador menos, y ante el penal convertido por Ante Budimir, que perdieran la ventaja.
Ese resultado, combinado con la victoria del Barcelona sobre el Rayo Vallecano, significó la última vez que el Madrid estuvo en la cima de LaLiga durante la temporada recién completada. Salvo las victorias en la Supercopa de la UEFA y la Copa Intercontinental de la FIFA –ambos obtenidos tras un solo partido– el Real Madrid firmó una campaña gris, lejos de la excelencia acostumbrada en la era Carlo Ancelotti.
Dicho esto último, el gran técnico italiano, gestor de dos títulos de LaLiga, dos Champions Leagues y una Copa del Rey en su etapa más reciente, concluyó su ciclo al final de la temporada para tomar las riendas de la selección de Brasil. En su lugar, llegó Xabi Alonso, una ex figura de los blancos que a la postre, hizo historia en aquel Bayer Leverkusen invicto en 51 partidos y campeón de Bundesliga y copa de Alemania.
Ante este gran cambio inicial, el Real Madrid ahora pone sus atenciones sobre cómo mejorar el producto sobre la cancha, y reclamar el lugar que, por ahora, le arrebató a nivel doméstico el Barcelona y a nivel europeo, el Inter Milán o el Paris Saint-Germain.
Recambio generacional en defensa y la media
En cuatro partidos ante el Barcelona en tres torneos distintos, el Real Madrid permitió la escandalosa cantidad de 16 goles, perdiendo cada uno de los cuatro duelos en liga, final de Copa del Rey y final de Supercopa de España.
Fuera de los enfrentamientos ante su gran rival, fueron varios otros momentos durante la campaña en la que la retaguardia del equipo se veía altamente vulnerada. En la semifinal de Copa del Rey ante Real Sociedad, el club permitió cuatro goles, solamente pasando a la final gracias a haber ganado la ida por marcador de 1-0. En liga, el empate en la fecha 17 ante Rayo Vallecano a tres goles fue costosa, así como la derrota de 2-1 ante Real Betis, en un partido en el que los béticos dispararon 18 veces a la portería blanca.
El fichaje de Dean Huijsen, defensa español proveniente del Bournemouth inglés, así como la de Trent Alexander-Arnold de Liverpool, y la aún rumorada llegada de su ex compañero en Liverpool, Ibrahima Konaté, servirán para fortalecer la zaga del club, y competir con Antonio Rüdiger, David Alaba, Dani Carvajal y Raúl Ascencio, entre otros. El Madrid evidentemente sintió la baja de Nacho, quien salió al futbol árabe en 2024. Pese al gran nivel de Thibaut Courtois en la portería merengue (es segundo en la pelea por el Trofeo Zamora), el equipo sufrió una regresión en la defensa que apenas ahora se busca arreglar.
La salida de Toni Kroos tras la temporada anterior también abrió huecos en el estelar mediocampo del equipo, y la creciente veteranía de Luka Modric, a un año de cumplir 40, se notó claramente a lo largo de la campaña. Pese a contar con futbolistas estelares y polivalentes como Jude Bellingham, Federico Valverde, Arda Güler y Aurélien Tchouaméni, la profundidad del grupo ha sido vulnerada a lo largo del año.
Para fortalecer al grupo puede llegar el alemán Hugo Larsson del Eintracht Frankfurt, y también de la Bundesliga, Florian Wirtz del Bayer Leverkusen y la selección alemana. Tijjani Reijnders, del AC Milan y seleccionado neerlandés, es otro nombre que se ha mencionado a lo largo de los últimos meses como potencial refuerzo para el proyecto de Xabi Alonso.
¿Qué hacer con Rodrygo… o Vinícius?
Las posibles llegadas de Jadon Sancho, actualmente con el Chelsea, y Patrik Schick, el goleador checo que tuvo Xabi en el Bayer Leverkusen, abren la posibilidad de que existan cambios entre el grupo de delanteros madrileños. El arribo de Mbappé en 2024 fue todo lo esperado para la ofensiva blanca – el francés anotó 29 goles en LaLiga, siete en la Champions y 40 en total a través de todas las competencias.
Pero el desplazamiento de Rodrygo en el equipo fue notorio en ocasiones, y a Ancelotti se le dificultó sacarle jugo al binomio brasileño que compone Rodrygo con Vinícius Jr., quienes ahora debían adaptarse a compartir el tridente al frente con Mbappé. Pese a que Xabi Alonso ha llegado a jugar con tres atacantes al frente con su 3-4-2-1, también ha sido parcial a jugar con un 4-2-2-2 que muchos consideran, podría funcionar mejor en el Madrid.
Tomando esto en cuenta, Rodrygo se vería como el sacrificado a futuro, ya sea en este mercado o en el subsecuente. Se ha rumorado que Florentino Pérez puede pedir hasta 100 millones de euros por el delantero, para así sanear las finanzas tras la planeada compra de varios jugadores este verano, y para permitirle espacio para coexistir a Vini y Mbappé.
A menos de que, no sea Rodrygo el sacrificado y si Vinícius, quien constantemente se ha visto involucrado en situaciones extracancha en las últimas temporadas, pese a contar con un talento superlativo que lo colocó entre los tres mejores del mundo en el Balón de Oro más reciente. Se sabe que, desde Arabia Saudita, el deseo de contar con Vini es latente – y se habla de una posible oferta de más de 250 millones de euros por el jugador. ¿Será que Florentino acepta una oferta tan masiva a cambio de uno de sus pilares?
Reclamar el dominio ante el Barcelona
Como ya fue mencionado, esta temporada fue una de las peores que recordará el madridismo ante el gran rival. Cuatro partidos en los que la portería blanca fue vulnerada constantemente, y con un equipo blaugrana que se renovó tanto con un técnico –Hansi Flick– y una figura incipiente que tomó las riendas de la ofensiva como lo es Lamine Yamal.
La temporada que entra, Xabi Alonso buscará hacer para los merengues lo que Flick hizo para los culés, con un equipo más joven, fresco y dinámico que buscará no solamente aguantar los embates de la excelente línea ofensiva del Barcelona, sino también generar el suficiente peligro para poner en aprietos a la defensa rival.
Jugadores como Wirtz y Schick –ninguno de los cuales ha sido anunciado oficialmente– podrían proveerle al club la suficiente sangre nueva para poder retomar el lugar que se le fue negado, uno que hace apenas algunas temporadas parecía imposible de ceder, y mucho menos ante un Barcelona que sufría de múltiples crisis financieras y deportivas.
La realidad es que Real Madrid no sufre necesariamente de los mismos males, pero definitivamente sí del fin de un ciclo. Uno que tocó el cielo con Ancelotti y la vieja guardia de jugadores que ahora, poco a poco, irán cediendo sus lugares a una nueva camada de Galácticos y elementos hechos en casa, listos para nuevamente emprender la batalla por el dominio en España, Europa y el mundo.