El piloto argentino mostró su satisfacción por la gran clasificación que logró con su Alpine en el GP de Canadá, después de revertir un primer día muy complicado. 5z172v
El rostro de Franco Colapinto mutó en 24 horas en el GP de Canadá. De aquel gesto adusto y preocupado del viernes, tras dos entrenamientos muy complicados, pasó a uno más distendido y de satisfacción, tras haber firmado su mejor clasificación con Alpine, al quedar 12º y asegurarse el décimo cajón de partida por la sanciones a Yuki Tsunoda e Isack Hadjar. Hasta le quedó un poco de sabor amargo, porque sintió que hasta podría haberse metido en Q3 y por eso pidió perdón al equipo al cierre de su tarea.
“Esa goma media me complicó un poco porque arranqué la vuelta con poco grip, me costó calentarla”, dijo Colapinto sobre ese último intento de Q2 en la que el team de Enstone lo mandó a buscar el siguiente segmento de qualy con cubiertas medias. “Después, en la mitad de la vuelta, tuve grip y traté de recuperar lo perdido. Tal vez con una goma blanda habría tenido un poco más de chances, pero es lo que hay. Estoy contento, fue una buena qualy. Me sentí cómodo con el auto, que era lo que no estaba encontrando. El quipo trabajó mucho, más allá de los momentos duros que encontramos, siguieron empujando. Es un momento importante para mí, estoy contento de haber rendido bajo presión. Ahora hay que trabajar para la carrera, pero largando ahí hay oportunidades. Y se puede llegar a los puntos. Hay que ver el ritmo y hacer una linda largada”, dijo el expiloto de Williams.
El viernes de Colapinto fue muy complicado. Totalmente falto de ritmo cada vez que buscó una vuelta lanzada, situación que lo dejó en el fondo del clasificador y lejos del resto de la categoría. “Este fin de semana fuimos paso a paso, no nos encontramos bien con el auto, hicimos un montón de cambios ayer a la noche. No hay que volverse loco, fuimos vuelta a vuelta y fue saliendo. Hay que enfocarse en lo mismo e ir pasito a pasito. Una locura los cambios que se hicieron a lo que era ayer. Es un auto complicado, que tiene que estar perfecto en su ventana porque, si no, no rinde. Rebota mucho y es complicado por arriba de los pianos”, explicó.
Colapinto valoró mucho el trabajo de todo el equipo Alpine: “El simulador nos hace ver un panorama diferente a lo que sentimos en la pista y eso me hizo perder un poco en los últimos fines de semana. Hicimos una apuesta arriesgada porque los cambios eran grandes. En la data vimos que el auto estaba raro y por eso estaba tan lejos. Hay que ir encontrado lo que yo necesito con el coche. Por suerte los ingenieros me ayudaron a encontrar el camino”, cerró.